JAIRO VARELA
Su primer contacto con la música se produce a los nueve años de edad, en su ciudad natal Quibdó, en donde conformó la agrupación La Timba que en esencia era una dulzaina, un bongó, unas maracas y un güiro.
Su dualidad, talento artístico y habilidad comercial, la hereda de su
abuelo Eladio Martínez Vélez, considerado por los historiadores como
uno de los primeros industriales de Colombia.
De él aprendió también mecánica, ebanistería y guitarra. Su recuerdo lo
persigue desde que era un niño hasta el día de su muerte. En
conversaciones con amigos, Varela confesó que su abuelo se le ha
aparecido en hoteles y escenarios de todo el mundo, como negándose a
dejar de ser su guía espiritual.
Su padre y su madre se separaron cuando Marta, su hermana menor,
tenía tres años de edad. Jairo lo conoció a los 9 años y lo recuerda
como un hombre callado, taciturno, reservado y muy trabajador.
Su madre, Teresa Martínez de Varela, fue una gran escritora y nunca
se opuso a su vocación musical, más bien lo apoyó desde niño para cuando
creciera se lanzara al campo musical. «Desde el comienzo ella vio
mis aptitudes. A los ocho años me regaló una guitarra con el poco dinero
que había. Imagínense, hizo el esfuerzo de su vida para hacerme ese
regalo», declaró Varela.
Gran parte de su vida la transcurrió en Quibdó. Hacia la década de
1970, con su madre y su familia, Varela decide cambiar su ambiente y se
traslada a Bogotá, en busca de nuevos y más sólidos rumbos. Sus primeras composiciones fueron Difícil y Atrato Viajero, ésta última la grabó en el tercer disco de Grupo Niche en Nueva York bajo el nombre de Atrateño, con relativo éxito.
Varela, junto con el músico Fruko (n. 1951), hicieron famosa en el exterior la salsa colombiana durante los años ochenta y noventa. Las ciudades de Medellín, donde residía Fruko, y Cali, donde vivía Varela, se convirtieron en referentes de la salsa a nivel mundial.
Finalmente Cali le ganó el pulso a muchas otras ciudades salseras de
Latinoamérica, no solo por las agrupaciones que trabajaban allí, sino
por toda la cultura ligada a la salsa que se desarrolla en esta ciudad,
por sus eventos artísticos y culturales masivos y por la forma
particular de su baile.
Lamentablemente, durante décadas, tanto Cali como Medellín fueron ciudades con muchísimo desarrollo del narcotráfico. Varias veces Varela fue investigado por sus presuntos nexos con el Cártel de Cali,
de lo cual él siempre se defendió alegando que se trataba de una
persecución por parte de la élite política de Cali, quienes (al parecer
de Varela) no entendían cómo un cantante de piel negra podía tener tanto
éxito financiero. Este éxito es comprensible si se entiende que en los
años noventa el grupo Niche se convirtió rápidamente en un exponente
mundial de la música latina, que apareció justo en una época donde
grandes artistas y agrupaciones de la salsa, como la Fania, entre otras, estaban terminando sus carreras.
El futbolista Faustino Asprilla
(n. 1969) contaba que mientras trabajaba en Italia, en los años
noventa, siempre hacía sonar la salsa del grupo Niche en sus lujosos
automóviles, lo cual era significativo ya que Colombia era noticia en el
mundo no solo por sus conflictos sino por sus exponentes musicales y
deportivos.
Muerte
El 8 de agosto de 2012, Jairo Varela muere de un infarto. Varela era considerado uno de los mayores expositores de la música Salsa en Latinoamérica.
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